Así que lamento haber tardado tanto, prometo que no será siempre así. Estoy aprendiendo a distribuir mi tiempo, además del hecho de que como esto de “bloggear” es relativamente nuevo para mí, he estado viendo otros blogs para poderme guiar en la forma de presentar el mío, incluso para decir… ¡Hey, éste es distinto a los demás! Espero que de alguna u otra forma eso pase, porque vamos, cientos de blogs sobre literatura se escriben a diario y reciben millones de visitas gracias a la magnífica invención del buscador y mega-biblioteca virtual: Google. Donde esos millares de lectores ciberespaciales con sólo poner la palabra “libros” en el buscador encuentran una serie de blogs referentes a ellos (créanme que hay de todo, desde los muy buenos hasta los muy malos).
Por lo tanto, mientras mi cabeza trabajaba en mi vida personal también estaba pensando en cómo seguir adelante con este proyecto, y creo que he dado con la respuesta. Desde un principio planeé que no sería un blog más sobre literatura, sino más bien estaría lleno de las cosas que logran atraer mi atención en todas sus manifestaciones artísticas o físicas. Y así es como me recordé que no sólo debo leer libros para poder publicar cosas en el blog –sino me atrasaría a horrores, ya que ando un poco lenta con la lectura en estos meses–.
Es así como les aviso que estoy de regreso.
Les agradezco con creces el hecho de que aún siguen ahí, y si es que eres nuevo leyéndome… prometo que todo lo que arriba menciono no volverá a pasar.
Para poder dar comienzo con la sección “Música para los sentidos”, les dejo una rola que si bien habla del tiempo, también va muy acorde a lo que pasa hoy en día, al menos, en la sociedad argentina.
¡Saludos y disfruten!
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